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martes, 4 de marzo de 2014

Pontificado de Bergoglio Anunciado


El miercoles 25 de Agosto de 2004, este sitio publicó un artículo que anticipaba la elección del sucesor de Juan Pablo II. En aquella ocasión se presento la posibilidad de que Jorge Bergoglio fuera quien ocupara el trono de Roma luego de Karol Wojtila. Obviamente esto no ocurrió, aunque se supo recientemente que la elección fue reñida entre Ratzinger y Bergoglio. Hoy compartimos aquel post que anunciaba la llegada de un jesuita carismático y sudamericano que pocos esperaban.


Noticias: - Miércoles 25 Agosto 2004
EEl sexto rey va camino al Abismo!

La salud del Juan Pablo 11 se deteriora día a día. El Papa viajero en su último viaje a Eslovaquia con una fuerza de voluntad que, sin embargo, no logró disimular sus múltiples dificultades físicas. Tardó media hora en bajar del avión, saludó a sus fieles con una voz que apenas se oía y no pudo terminar su discurso. Al deterioro natural de su edad (83) se suma el mal de Parkinson que padece desde hace tiempo y una creciente debilidad cardiaca agudizada por el intenso calor del último verano europeo. En su residencia veraniega de Castelgandolfo, en el sur de Roma, se lo vio fatigado y decaído. Los allegados se niegan a admitir que el viaje que acaba de realizar pueda ser el ultimo y el propio Pontífice afirma que persistirá en su tarea hasta que le den las fuerzas. Sin embargo, en el Vaticano se vive un clima de depresión y tristeza.

En octubre se cumplen 25 años de su pontificado, el cuarto más largo de la historia, sólo superado por los de León XIII, Pío IX, y San Pedro. A partir de esa fecha, luego de las celebraciones del Jubileo por el aniversario, se concretarán los cambios en la cúpula de la Iglesia que el Papa polaco ha venido preparando. Entre estos cambios se contarían el nombramiento de 50 nuevos cardenales y el pase a retiro de dos importantes protagonistas de su papado.

Su precario estado de salud, sin embargo, hace temer que no pueda llegar a realizar esas reformas. Los nuevos purpurados, por ejemplo, se concretarían recién en el mes de febrero en el Consistorio convocado para el día 22. Si Juan Pablo II no negara a esa fecha, la reforma en marcha quedaría trunca, ya que los cardenales no pueden tomar resoluciones que sólo le competen al Papa. En consecuencia, si alguna reforma se haría , ésta sería responsabilidad exclusiva del nuevo pontífice.

Y, en este punto, se abre un nuevo escenario para el Vaticano: la inminencia de la elección de un Papa cuyo perfil responda a los características de los tiempos que corren, es decir, que sea capaz de posicionar acertadamente a la Iglesia Católica frente a un mundo en el que, neoliberalismo y globalización mediante, la injusticia social gana terreno día a día.

Los cambios. Las reformas en la cúpula de la Iglesia podrían comenzar con la Curia Romana, es decir, por el gobierno central de la institución. Dos son los cardenales que pasarían a retiro: Angelo Sodano y Joseph Ratzinger.

Sodano (75) es secretario de Estado y preferirla que su sucesor fuera Crescenzo Sepe, un personaje que no cuenta la adhesión de los "vaticanistas". El favorito del propio Juan Pablo II, en cambio, sería Giovanni Battista Re (69), quien durante 13 años fue sustituto de la Secretaría de Estado, cargo que actualmente ocupa un arzobispo argentino: Leonardo Sandid (60).

Ratzinger (76), de origen alemán, es Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe y un reconocido teólogo que desea dedicarse a tareas menos fatigantes que las que desempeña actualmente, como el estudio y la escritura.

Pero los cambios en las altas esferas eclesiásticas no terminarían aquí. También sería removido monseñor Jean Louis Taurán de su cargo de
"canciller" papas para ser promovido al purpurado.

Por su parte, varios arzobispos latinoamericanos, entre los que se cuentan los de México, Río de Janeiro, Montevideo, Asunción del Paraguay y Monterrey, serían promovidos al rango de "príncipes de la Iglesia".

MODALIDAD PROPIA. Mientras crecen los rumores en tomo a los posibles sucesores de Juan Pablo II, se advierte claramente que quien resulte electo
deberá aportar características de personalidad muy fuertes para emular las de su antecesor.

En efecto, Karol Wojtyla tuvo un perfil bien definido desde el principio. Fue el primer Papa eslavo en 450 años de regencia italiana. Fue, además, el más viajero de toda la historia papas. Realizó 102 viajes fuera de Italia y recorrió 1.246.000 kilómetros y 133 países, muchos de los cuales recibían por primera vez la visita de la suprema autoridad de la Iglesia Católica. En muchos de esos viajes residió en hoteles y no en nunciaturas apostólicas como se hace tradicionalmente.

También promovió la autocrítica de la Iglesia impulsando el reconocimiento de pecados históricos. Durante su papado se admitió, por ejemplo, la arbitrariedad del juicio a Gahleo Galflei. De esta forma, aunque tardíamente, la Iglesia se hacía cargo de manera retrospectiva de los frenos impuestos al pensamiento científico en nombre de la fe. Las guerras de religión, las divisiones entre iglesias, los tribunales de la Inquisición, la persecución de judíos y musulmanes, la crueldad de la conquista americana fueron tópicos frecuentes en sus discursos. Dijo en la basílica de San Pedro el 12 de marzo de 2002: "Pedimos perdón por las divisiones entre cristianos, por el uso de la violencia por algunos cristianos en el servicio de la verdad y por el comportamiento de desconfianza y hostili dad usado a veces hacia los seguidores de otras religiones".

POSTULANTES:
El perfil que debe tener un nuevo Papa se discute entre los cardenales que integran el Cónclave. Para formar parte de él, es preciso que la edad sea inferior a los 80 años. Tres de los cuatro cardenales argentinos ya han alcanzado esa edad, por lo cual sólo el jesuita Jorge Bergoglio podrá integrar dicho Cónclave y aspirar al papado.

El vaticanista del Senúnario norteamericano National Catholic Reporter, John AUen, autor del libro "Conclave" afirmó: "Un alto funcionario del Vaticano que asegura que él predijo la elección de Karol Wojtiyla, en 1978, hoy dice que está convencido de que Bergoglio será el próximo Papa. El tiempo dirá."

En su última columna editorial, Allen dijo, además, que el hecho de de que el nuevo papa fuera un latinoamericano sería "símbolo de la solidaridad de la Iglesia con el mundo en vías de desarrollo". Según Allen, Bergoglio recibió un espaldarazo en el reciente encuentro en la ciudad de Rimini de "Comunione e liberazione", un importante movimiento católico italiano. En cuanto al perfil de Bergoglio, considera que es el indicado por haber tenido una intensa intervención en la crisis social de la Argentina, lo que lo convertiría en un símbolo de los peligros que la globalización puede imponer en los países pobres. El semanario italiano "L'Espresso," por su parte, le dedicó un artículo titulado "Bergogllo en pole position". El vocabulario tomado de la 'fórmula uno' da cuenta de que el purpurado se encuentra en un alto lugar del ranking.

El nombre que hasta el momento suena como el favorito para ocupar la máxima jerarquía eclesiástica, sin embargo, es el del arzobispo de Milán, Diorúgi Tettamanzi. Aunque los integrantes de la Iglesia prefieren no adelantar nombres ni características antes de tiempo, el progresivo deterioro físico del Papa ha instalado el tema tanto en la Iglesia como en la opinión pública. Quienquiera que resulte el elegido, resulta fácil deducir que el nuevo Pontífice deberá unir a sus méritos religiosos la energía y la capacidad de un buen estadista. La arbitrarla distribución de la riqueza, las políticas de dominación de los países más poderosos, las guerras y el desarrollo armamentista permiten esperar que sea capaz de adoptar una posición clara y firme.

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