Buscando...
viernes, 31 de enero de 2014

Manipulando a Elena G. de White

Hoy quiero compartir una evidencia más de la apostasía adventista, no solo de la Palabra de Yahweh, sino tambien del Don Profético manifestado en Elena G. de White.
Acontinuación citaré una lección de Escuela Sabatica "Guia de Estudio de la Biblia, El Espíritu Santo, Abril - Mayo - Junio de 2006". En el día miercoles 29 de marzo, aparece la siguiente cita que documentamos con su correspondiente fotografía:



A menudo, los cristianos han sido acusados, y aveces todavía lo son, de ser politeístas: adoradores de más de un Dios. Esta es una acusación comprensible pero falsa. Como cristianos admitimos que existen tres Personas integrantes de la Deidad, pero que "son uno en propósito, en espíritu, en carácter, pero no en persona" (MC 329)


Como podemos ver en este texto se cita un libro de Elena White para defender el concepto trinitario o de tres seres, que son uno. El Libro Citado es "Ministerio de Curación" página 329. Ahora veamos que dice la sierva en el contexto del renglón utilizado en el folleto de escuela sabática mencionado. (Los énfasis son nuestros)

"La personalidad del Padre y del Hijo, como también la unidad que existe entre
ambos
, aparecen en el capítulo décimo séptimo de Juan en la oración de Cristo por sus discípulos: "Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos. Para que todos sean una cosa; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean en nosotros una cosa: para que el mundo crea que tú me enviaste."(Vers. 20, 21.)
La unidad que existe entre Cristo y sus discípulos no destruye la personalidad de
uno ni de otros. Son uno en propósito, en espíritu, en carácter, pero no en
persona. Así es como Dios y Cristo son uno.
" Ministerio de Curación, Pág 329


Claramente vemos que Elena G. de White, tenía el concepto bíblico de la unidad entre el Padre y el Hijo y en su defecto también con sus discípulos. Pero para nada plantea aquí el concepto de tres en uno con el Espíritu Santo. Es una perversa manipulación de sus escritos para justificar una doctrina que con la Biblia no se puede sostener. Si Elena de White hubiese sido trinitaria, no hubiesen precisado tales artimañas.

Despertemos hermanos, rompamos todo yugo...

Nota: Gracias Verónica por la información

1 comentarios:

 
Back to top!